Antonio
Hernández Mendo. Universidad de Málaga
(España)
Las
tres palabras/concepto que forman el título han comenzado a tener un sentido
inaúdito a partir de la lectura del libro de Gilles Lipovetsky titulado “Metamorfosis de la cultura liberal. Ética,
medios de comunicación, empresa”. El
libro surge a partir de las conferencias que el autor imparte en Cánada, tanto
en la Universidad de Sherbrooke como en la Universidad de Otawa, a raíz de ser
investido doctor honoris causa en
filosofía por la primera de estas universidades. Este libro ha sido publicado en español por la editorial Anagrama
(el título original en francés es Métamorphoses
de la culture libérale publicado por Éditions Liber).
A
nuestro juicio se plantean dos cuestiones interesantes. La primera de ellas
tiene que ver con la caracterización de la posmodernidad. La novela el “Ulises” de James Joyce marca el punto de inicio de esta etapa que
afectará a numerosas áreas de conocimiento, como la filosofía de la ciencia –a
través de la corriente de pensamiento iniciada con el Anarquismo metodológico
propugnado por Feyerabend- o las ciencias sociales – a través de la obra de
Michel Foucault -que plantea un análisis geográfico del conocimiento.
Feyerabend
pretendió alcanzar una metodología
general que englobara la ciencia y también los mitos, la metafísica y las
artes. Sin embargo, esta metodología estaba demasiado ligada al sistema de
reglas. Por lo tanto, Feyerabend planteó una única regla metodológica: “Se
admite todo” o “Todo vale”. Por su parte Foucault al plantear un
análisis geográfico del conocimiento, utiliza una descripción topológica de la
organización del mundo del conocimiento, considerando un triedro de saberes, en
el que ubica en cada uno de los tres ángulos los distintos ámbitos del
conocimiento. En el primer ángulo se hallan las ciencias matemáticas y físicas,
en el segundo las ciencias del lenguaje, de la vida y la economía, mientras que
en el tercero coloca la reflexión filosófica. Cada ángulo forma con el anterior
un plano. El plano entre el primer ángulo y el segundo está compuesto por las
aplicaciones matemáticas, la economía, la biología y la lingüística. El plano
existente entre el segundo y el tercer ángulo está formado por las filosofías
de la vida, de las formas de naturaleza simbólica. El tercer plano es el
constituido por la formalización del pensamiento. Las ciencias humanas no se
hallan en el triedro. La razón aducida es que la subjetividad por parte del ser
humano condiciona a estas ciencias, siendo, en consecuencia, su ubicación
metaepistemológica.
A
partir de las aportaciones de estos autores y algunos más, las características
del postmodernismo se pueden cifrar en: (1) Oposición de un modo explícito a
las predisposiciones totalitarias, y a los radicalismos políticos que aparecen
en el marxismo. (2) La observación del mundo desde un número múltiple de
ópticas: clase, raza, género, etc. (3) La contextualización del conocimiento
por su historia y cultura, oponiéndose a suposiciones interpretativas. (4) La
oposición a una ciencia de carácter universal. (5) El retorno a maneras de
conocimiento caracterizados por la diversidad. (6) El lenguaje utilizado ha
sido considerado de “... de obtuso, grande y probablemente elitista”
(Sparkes,1991b, p. 110; Tinning, 1991, p. 14). Para una revisión más extensa se
recomienda consultar el trabajo de Garay
Plaza y Hernández Mendo (2005).
Junto
a esta caracterización cabe añadir las dos propuestas en el libro de Gilles
Lipovetsky. Una, pérdida de puntos de referencia según el cual estamos fuera
del imperio disciplinario moderno. Dos, la complejidad y la responsabilidad.
Complejidad para la analizar las tensiones de la sociedad posmoderna (en
palabras del autor “cohabitación de contrarios”, análisis afín al realizado por
Tocqueville en las paradojas de la democracia). Esta complejidad es la que
estudian los sistemas dinámicos (véase el número de la Revista de Psicología
del Deporte coordinado por el Dr. Duarte Araujo sobre la complejidad y los
sistemas dinámicos). Responsabilidad para rechazar las categorizaciones fáciles
que impiden enfrentarse a la complejidad y responsabilidad individual/colectiva
en función del contexto. Esta cuestión
se plantea en el segundo de los textos (el libro está compuesto por cuatro
texto, “¿Narciso en la trampa de la posmodernidad?”, “Muerte de la moral o
resurrección de los valores: ¿qué ética aplicar en nuestros días?”, “El alma de
la empresa: ¿mito o realidad?” y “¿Hay que quemar a los medios?”) y enlaza con
los planteamientos éticos. Ésta es la segunda de las cuestiones más importantes
que plantea el libro, la distinción
entre tres niveles de gradación de imperatividad ética (en relación a las
empresas), a saber: (1) Ética
facultativa, donde no hay obligación de tomar decisiones relacionadas con
la situación social (p.e. dar trabajo en períodos de paro o no despedir en
situaciones de bonanza económica); (2) ética
indeterminada, donde las decisiones son una cuestión de conciencia
personal; y, (3) ética absoluta,
donde ninguna derogación está permitida.
A modo de conclusión, consideramos que
los trabajos Gilles Lipovetsky permiten un panorama distinto al ofrecido hasta
ahora sobre la posmodernidad y su relación con vida y la ciencia.
Bibliografía
Garay Plaza, J. Ó. y Hernández
Mendo, A., (2005). La actividad física
y el deporte en el marco científico. Lecturas:
EF y Deportes. Revista Digital, 85, junio. http://www.efdeportes.com/efd85/afd.htm [Consulta:
23 de mayo de 2005].
Sparkes, A.
(1991b). Toward understanding, dialogue and polyvocality in the research
community: extending the boundaries of the paradigms debate. Journal of
Teaching in Physical Education, 10, 103-133.
Tinning,
R. I. (1987). Beyond the development of an utilitarian teaching perspective: an
Australian case study of action research in teacher preparation. En G. T.
Barrett, R. S. Feingold, C. R. Rees y M. Piéron (eds.), Myths, models,
methods in sport psychology (pp. 113-122). Champaign: Human Kinetics.
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